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1. La educación para la ciudadanía (EpC) prepara en un conjunto de conocimientos, valores, sentimientos y competencias que definen a un ciudadano activo y responsable. Es un conjunto de prácticas y actividades diseñadas para ayudar a las personas a jugar un papel en la vida democrática, ejercer sus derechos y deberes.
2. La EpC no puede limitarse a la adquisición de conocimientos. Debe enfocarse al desarrollo de competencias para la ciudadana activa y participativa.
3. La competencia ciudadana incluye aspectos como: valores (justicia, libertad, paz, respeto, etc.), responsabilidad, interculturalidad, derechos humanos, deberes, aceptación de la diversidad, comprensión democrática, convivencia de centro, prevención de la violencia, juicio crítico, diálogo, resolución de conflictos, negociación, asertividad, empatía, autonomía personal, sentimiento de pertenencia, sentimiento de identidad cívica, participación, competencias sociales y emocionales, bienestar personal y social, etc.
4. La EpC es un movimiento internacional, apoyado por las instituciones de la Unión Europea y que se pone en práctica en muchos países de Europa y América con resultados positivos.
5. La EpC se relaciona con la finalidad misma de la educación, que es la de formar a profesionales competentes y ciudadanos responsables para que puedan convivir en paz y en democracia.
6. La EpC se inicia en la primera infancia, debe estar presente a lo largo de educación primaria, secundaria y la vida adulta. Solo de esta forma se puede avanzar en el desarrollo de competencias ciudadanas que están más allá de la simple adquisición de conocimientos.
7. Con este enfoque del ciclo vital, la asignatura de EpC es un elemento más, junto con otros (tutoría, ciencias sociales, filosofía, ética, programas de convivencia de centro, experiencias de aprendizaje servicio, etc.), de tal forma que se puedan generar sinergias entre los diversos elementos implicados.
8. Se pueden distinguir varios modelos y estrategias para la puesta en práctica de la EpC, entre los cuales están la transversalidad, la integración curricular en algunas materias y una asignatura propia. Pero es importante tener presente que no son modelos incompatibles. La existencia de una asignatura no debe ser obstáculo para la implicación de todo el profesorado: la asignatura debe entenderse como un aspecto más de un conjunto de estrategias encaminadas a formar para la ciudadanía.
9. Por las razones que acabamos de exponer, consideramos que la educación para la ciudadanía debe entenderse como “más que una asignatura”, en la cual debería implicarse todo el profesorado, las familias y la comunidad en general, como único camino para hacer posible la convivencia en paz y en democracia.
10. Para asegurar la eficacia de la EpC es muy importante la formación y cambio de actitudes en el profesorado en general, y en particular al que vaya a impartir EpC. Por ello, hacemos una llamada a las Administraciones públicas para que se ocupen de la formación del profesorado en EpC.
Las personas interesadas pueden adherirse al manifiesto en:
Firman el manifiesto: Rafael Bisquerra, Núria Pérez, Flor Cabrera, Josep M. Puig, Marigel Marín, Margarita Bartolomé, Antonio Bolivar, Miguel Angel Santos Guerra, Joaquin Gairín, Gemma Tribó, Antoni Giner, Blanca Barredo, Amèlia Tey, Aida Blanco, Juan Antonio Planas...
(Ver resto de firmantes en la página de Grop)
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